jueves, 21 de julio de 2011

MENUDA CRUZ: CACERES LAICA INTERVIENE CONTRA EL TRASIEGO DE FONDOS DEL AYUNTAMIENTO A LA IGLESIA

PLENO DEL AYUNTAMIENTO CACERES 21 JULIO 2011
Cáceres laica manifiesta su rechazo a la transferencia de fondos públicos (y a fondo perdido) que, por en cuantía de 90.000 euros, efectuará el Ayuntamiento Cacereño a la Hermandad  denominada   “Real Cofradía  de  Nuestra Señora de La Santísima Virgen de la Montaña”,  a fin de que arreglen y mejoren su (particular) patrimonio inmobiliario por considerar que esta propuesta no tiene fundamento jurídico alguno, y además es desmesurada, inoportuna, discriminatoria y partidista con respecto a la ciudadanía en general y a las demás asociaciones en particular.

Es desmesurada e inoportuna por la gravísima situación de crisis que atraviesa la economía

 -Por un lado es preciso que, tanto por  la penosa situación económica que padece el endeudado Ayuntamiento cacereño, cuya lista de acreedores es sobradamente conocida, como por la angustiosa coyuntura a la que, gran parte de la vecindad cacereña se ve abocada, como consecuencia del paro, los recortes presupuestarios, la precariedad laboral, y la escasez de prestaciones sociales que se nos han impuesto, etc., esta Corporación seleccione escrupulosamente las inversiones y el gasto público, priorizando aquellos fines que alivien las necesidades de la ciudadanía. Sabe el Ayto. que en muchos hogares de esta ciudad se capea la crisis en una situación de mera supervivencia,  bajo una economía de mínimos,  sin contar  con  ayudas públicas,  y a pesar de seguir  contribuyendo en cada una de las Haciendas públicas existentes.  Una situación generalizada que convierte en ofensiva, la entrega incondicional de una cantidad tan importante, a fondo perdido, y a un único destinatario.
¿No ven los señores concejales otras prioridades?  Pues hay miles. Se podrían pagar, durante un mes, el trabajo de 90 mileuristas o 140 salarios mínimos interprofesional .
Es decir, 100 familias, redondeando, podrían llevarse un salario durante un mes a su casa o
simplemente aliviar las estrecheces a no pocas familias cacereñas.
También podríamos pensar en el mantenimiento de bienes públicos desatendidos: escuelas, vías públicas, zonas deportivas, aceras, limpieza, jardines, fuentes,...más banco s en las calles,... Sí, puede parecer demagógico, pero es la pura realidad y eso lo saben los vecinos que lo sufren.
¿Nos sobra ese dinero, sra. Nevado? ¿A cuánto asciende la deuda del ayuntamiento de Cáceres? ¿Cuántos acreedores están pendientes de cobro, y desde qué tiempo? Puede que alguno esté en el paro, o haya tenido que despedir a algún trabajador de su empresa, o incluso puede, y es muy probable, que haya tenido que cerrar. ¿De veras este es el mejor uso que a ustedes se les ocurre? Ah! y a esos 90 000 €, si lo tienen que pedir al banco, habrá que sumarle intereses ¿verdad?


Es discriminatoria  porque el  inmueble que se pretende rehabilitar es propiedad  privada de la cofradía, y nos parece incomprensible que el Ayuntamiento de Cáceres, empeñado hasta las cejas, se comprometa a regalar 90.000 euros (más intereses)  de nuestro bolsillo, para que se beneficien los dueños de un patrimonio ajeno, mientras dicha propiedad no sea pública, e independientemente de que, en un determinado momento de nuestra historia, dicho patrimonio haya sido calificado como de “interés cultural”, calificación que por otro lado es con la que habitualmente se ha venido premiando a los centros dedicados al culto católico, por el simple hecho de su advocación.

El  inmueble que se pretende rehabilitar es, repito,  propiedad  privada de esta cofradía canónica, que puede  ayudarse en la financiación de las mejoras recurriendo, como cualquier vecino, al sistema normal de subvenciones, además de beneficiarse de la correspondiente partida presupuestaria para bienes de interés cultural, por lo que llama mucho la atención que vayan a poder financiar el 100% de “su obrita particular” con dinero público regalado, como van a hacer, cosa que desde el punto de vista legal no tiene parangón.

Consideramos dicho gasto municipal como un despilfarro, una vulneración de los principios de igualdad y un desproporcionado agravio comparativo:

-       Son más de 150 las  asociaciones registradas en de la capital cacereña, muchas de ellas con fines de carácter cultural, la mayoría de las cuales carecen de ayudas, se tienen que costear sus propios locales y el mantenimiento de los mismos cuando los tienen. El movimiento asociativo, e este ayuntamiento que aspira a desarrollar una política participativa, como en su día se aprobó en este salón y con ningún voto en contra hace aguas, y se destinan 90.000 euros a un solo colectivo, que no es una Asociación Cultural, y cuyo fin es estrictamente religioso. A esto nos referimos cuando hablamos de discriminación y partidismo.
-       Pero hay más: Sin contar con el conjunto  de la ciudad antigua, son más de  20 los edificios declarados de interés cultural  en el término municipal de Cáceres, entre ellos, como bien sabemos, el poblado minero de Aldea Moret, y no tenemos conocimiento de que a los propietarios de esa viviendas mineras se les esté financiando, o vayan a financiarles,  el 100% de la mejoras de las cubiertas y reforma de sus viviendas. ¿Dónde está aquí el interés por la reconstrucción del patrimonio Cultural?



Es partidista porque está asociación, ni siquiera tienes fines público de interés general, ya que según reza en sus estatutos y cito literalmente: “es fin principal de esta Cofradía promover la mayor gloria de Dios y provecho espiritual de sus cofrades y fieles, por el fomento del culto público y devoción a la Santísima Virgen de la Montaña” y además “promover una mejor formación cristiana de sus miembros y colaborar con la Iglesia Diocesana en cuantas iniciativas se promuevan en consonancia con los fines de la Cofradía”.
Es decir que sus fines y actividades se mueven mayoritariamente entre sus fieles y cofrades,  por lo que es evidente que se está favoreciendo descaradamente a esta cofradía, por su relación con una determinada religión.

Se ha alegado que, aunque la propiedad de la ermita es de la cofradía,  son muchos los fieles cacereños y foráneos que participan en el culto a la imagen venerada en dicho santuario, y disfrutan dichas instalaciones. Pero precisamente es  esta cofradía quién se queda con los frutos de su gestión y explotación, sin otra obligación que la entrega a su diócesis de una “comisión” proporcional a sus ingresos.
-       En este orden de cosa nada más justo que la propia Cofradía fácilmente asuma el gasto y se encargue de repartirlo entre tan abultado número de visitas, o simplemente lo detraiga de la cuota diocesana (es decir la comisión que paga al obispado por sus ganancias) durante el tiempo necesario.
Bastaría con sólo 18.000 donativos de 5 euros por cabeza. Esto sin contar con su tradicional práctica  de venta de recuerdos, estampitas, rosarios, abanicos y el habitual cobro por entrada, y por el uso de las instalaciones para ceremonias, o escenarios.
-       Y en todo caso, siendo la utilidad de dicha instalación, así como el fin estatutario de la cofradía, el culto religioso católico, y la colaboración con la diócesis, a cuya supervisión se supedita, al estar la Hermandad sometida en su gestión al Obispo del lugar y a la Sede Vaticana, lo lógico es que sea la Iglesia Católica quien colabore al pago de la obra, con los abultados beneficios que  obtiene de la ingente riqueza de sus  Bancos, sus empresas multimillonarias, sus múltiples negocios, y su patrimonio acumulado y el que se está apresurando a registrar en España.  Sin olvidar que  la Jerarquía eclesiástica recibe anualmente 10.000 millones de Euros del generoso Estado Español, en distintos conceptos, cantidad que da para parches y para culto con oro y mármoles.

Entendemos que asumir el gasto de financiación de dicha ermita no es responsabilidad del Ayuntamiento,   y consideramos que pagar con dinero público la factura de las obras de una propiedad ajena, no es ni por asomo una inversión, de la cual se puede esperar una rentabilidad, ni tampoco un gasto del cual se puede esperar una contraprestación, es una mera, simple transferencia de dineros desde la tesorería  municipal a los bolsillos privados, sin que tenga encaje legal, ni contable, ni presupuestario, es una donación que se realiza “vía fe” lo cual entendemos que es de dudosa licitud.

Finalmente reclamamos la protección del principio de igualdad y expresamos nuestra más enérgica protesta a la vulneración  de la neutralidad religiosa de las instituciones y en este caso, por el trato discriminatorio que favorecer los intereses de una determinado colectivo, así como por el impulso a una determinada fe religiosa, que es la católica apostólica y romana, siendo  nuestros propios representantes civiles quienes, si se vota a favor de esta operación,  nos arrastran, en una paradoja insalvable, nuevamente a hacia un Estado inconstitucionalmente confesional.

Extremadura Laica