ESCUELA
PÚBLICA Y LAICA
Tras
el ataque frontal del PP a todos los servicios públicos,
especialmente sanidad, educación y servicios sociales, han comenzado
a surgir en el ámbito de la enseñanza todo tipo de plataformas y
manifiestos en defensa de la Escuela Pública (EP, en adelante), en
los que se percibe una clamorosa e inexplicable ausencia: no se
reivindica la condición de laica que debe presidir las instituciones
educativas públicas.
Es
ilusorio, a la par que engañoso, pretender que es posible una EP,
bajo condiciones sociales y políticas formalmente democráticas, sin
un respeto escrupuloso a las condiciones de la laicidad. ¿Acaso los
firmantes de estos manifiestos y plataformas creen compatible la
Escuela Pública con la presencia de la religión en las aulas y con
el consiguiente adoctrinamiento religioso? ¿Acaso creen compatible
la EP con esta situación de prácticas confesionales, impuesta por
un acuerdo internacional (un Concordato, de hecho) que violenta
nuestras leyes civiles? ¿Acaso creen los firmantes aludidos que es
posible una EP que mantenga miles de catequistas financiados por el
erario público, nombrados por los obispos y forzando los programas y
horarios de todos los centros públicos?